¿Tu hijo no rinde lo que debería en el colegio? ¿Le cuesta prestar atención? ¿Tiene dificultades con los cordones para atarse las zapatillas o para abrocharse los botones de la camisa?
Algunos estudios indican que 1 de cada 5 niños tiene problemas para mantener la atención en actividades o presenta dificultades con la lectoescritura. ¿Conocías este dato?
Quizás te venga a la cabeza la siguiente pregunta: ¿tendrá esto algo que ver con la inteligencia?
La respuesta es NO.
Enfoques equivocados
Tenemos la falsa creencia de atribuir estos problemas a un nivel bajo de inteligencia, sin embargo es un hecho que incluso los niños con altas capacidades intelectuales no siempre van bien en el cole.
Si nos centramos en el coeficiente intelectual correremos el riesgo de caer en las temidas etiquetas, en encasillar a los niños y llevarlos a una inevitable comparación con otros niños, lo cual les creará una presión social nada deseable.
Lo mejor de esta historia es que podemos evitarlo. Para ello deberemos cambiar el enfoque para acompañarlos y ayudarlos en sus dificultades.
¿Quieres saber cómo ayudar a tu hijo?
¿Sabias que para que se desarrolle un buen aprendizaje tienen que construirse aquellas áreas más inconscientes y automáticas?
Aquí van algunos ejemplos:
- El control del equilibrio estático. Lo podemos comprobar en niños de 6 años observando la capacidad de éstos de poder mantenerse a la pata coja durante más de 6 segundos.
- El desarrollo del esquema corporal, esto es, la imagen que el niño tiene de sí mismo.
- La coordinación de los movimientos generales de su cuerpo: reptar, correr, saltar, subir escalera, trepar…
- El desarrollo de la motricidad fina: poder atarse los cordones o abrocharse los botones, recortar, escribir… es decir, todas aquellas rutinas que necesitan de los movimientos generales para desarrollarse.
- Además es importante llevar a cabo la evaluación de aspectos tales como la calidad visual o auditiva, los aspectos psicoemocionales que le puedan estar influyendo, los factores sociales o familiares e incluso cuánto tiempo pasa viendo la televisión o jugando a videojuegos.
Para comprenderlo dividiremos al cerebro en dos mitades: superior e inferior.
La parte inferior se encarga de lo inconsciente o automático, mientras que la parte superior se encarga de todo lo que tiene que ver con lo consciente o voluntario.
Lo primero que hace el sistema nervioso es asegurar el equilibrio con su estructura responsable (cerebro inferior, automático) y si no puede tendrá que utilizar recursos del cerebro superior. Al tener el sistema nervioso ocupada esta otra parte del cerebro en el trabajo de equilibrio, ésta no podrá desarrollar correctamente funciones superiores tales como la lectura.
Pero no sólo es importante la regulación motora, también lo es la sensorial. Mientras un niño lee debe ser capaz de silenciar los estímulos externos para que no pierda la atención de lo que hace. Silenciar y procesar esta información debe desarrollarse por un sistema nervioso maduro.
Por ello, en estos casos no sólo cuenta el diagnóstico médico si no que además es necesario valorar su grado de neurodesarrollo.
Al margen de que el niño haya sido diagnosticado de una dificultad específica en el aprendizaje o tal vez de un trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad, es necesario que sepamos cómo está programado su sistema nervioso. Es decir, hasta qué punto su sistema nervioso pudo madurar en su momento.
Phios, tu centro especializado en neurodesarrollo
Para que tu hijo pueda desarrollar al máximo todas sus capacidades, es imprescindible que estén construidas estas etapas.
¿Crees que alguna de ellas necesita ser especialmente desarrollada? ¡Desde Phios podemos ayudarte!
Trabajamos el desarrollo desde sus etapas más tempranas: desde los reflejos, los sistemas automáticos o el equilibrio, hasta otros más complejos como la lateralidad, la integración sensorial o la postura.
¡Todo ello para que tu hijo salga disparado este año en el cole!
Contacta con nosotros…¡estaremos encantados de escucharte!
"Un niño con imaginación, siempre encaja. No temas ver cosas que otros no ven, ten miedo cuando ya no puedas verlas.”