¿Sabías que el recien nacido es especialmente sensible en su regulación térmica?
Esto es así, entre otros motivos, porque tiene una gran superficie de piel y pocos mecanismos reguladores de temperatura por lo que pierden calor de forma rápida.
A las tres semanas de vida el bebé comienza a regular su temperatura corporal. Por esto es importante que use gorrito desde el nacimiento, ya que es a través de la cabeza por donde pierde más calor.
Pero cuidado…también hay que evitar abrigarlos demasiado ya que se puede producir un aumento de temperatura excesivo que llega a confundirse con la fiebre.
¿Cómo saber si nuestro bebé está correctamente abrigado?
Para saber si están abrigados podemos tocar su nuca. Ésta debe estar calentita pero no mojada – lo cual indicaría un exceso de calor – o fresquita – lo cual indicaría que tiene muy baja temperatura-.
Por otro lado, es normal que sus extremidades -manos y pies- se noten frías ya que su piel pierde mucho calor. En todo caso, esto no sería un indicativo de que necesite más ropa.
La importancia de la nariz del bebé
Los cornetes del bebé – pequeños huesos situados en el interior de las fosas nasales-
están menos vascularizados que en el adulto y su nariz tiene menos vellosidades.
Esto hace que la función nasal de calentar y humedecer el aire sea más limitada en el bebé, adaptándose mal a los cambios bruscos de temperatura. Por ello tampoco es bueno llevarlos siempre con mucha ropa ya que se produce irritación de la mucosa que puede llevar a un aumento excesivo de la generación de mocos.
Hay que recordar a este respecto, que en los bebés de menos de 6 meses su respiración es fundamentalmente nasonasal y necesitan tener esas naricillas bien despejadas.
¿Y tú? ¿Cómo abrigas a tu bebé? ¡Cuéntamelo en los comentarios! Te leo.
"En cada niño nace la humanidad."