Frenillo y lactancia materna, ¿qué ocurre cuando la lactancia no funciona, no fluye? ¿es el frenillo el causante de que esto ocurra? El frenillo se define como un pequeño pliegue de tejido que evita que un órgano del cuerpo se desplace demasiado del lugar que normalmente ocupa.
FRENILLO LINGUAL Y LACTANCIA
Últimamente escuchamos hablar del frenillo lingual corto (anquiloglosia) y de la frenectomía, que es una técnica donde se corta ese tejido. Se realiza en aquellos casos donde la lactancia está viéndose afectada por una falta de movilidad de la lengua. Por ello, después de la intervención, se deben de realizar unos ejercicios determinados para la flexibilización de esa cicatriz ya que si no, vuelve a formarse tejido, esta vez más rígido, ya que es un tejido cicatricial. De ahí que relacionemos enseguida el frenillo con la lactancia materna cuando las cosas no van cómo deberían.
Todos tenemos y debemos tener ese tejido, tiene su función, otra cosa es que suponga una limitación en el movimiento de la lengua. Pero ni todos los frenillos necesitan cortarse ni todos los frenillos cortados mejoran la lactancia.
¿CÓMO ACTUAMOS?
Es necesario hacer una buena valoración no solo de la estructura del frenillo (como es ese tejido, longitud, textura…), cómo se mueve y cómo va ese sistema tándem frenillo y lactancia materna. Habrá que tener en cuenta aquellas estructuras que tienen relación con esa lengua, desde unas primeras vértebras cervicales que estén bloqueadas por el propio parto, un cráneo muy cerradito que impida la salida de nervios encargados de la movilidad de la lengua, membranas que están dentro del cráneo…
Todo eso puede valorarse desde la fisioterapia pediátrica, y más aún desde el concepto TMPI (Terapia Manual Pediátrica Integrativa) donde la estructura función y participación son indisociables.
CASOS REALES FRENILLO Y LACTANCIA
Me llegan a consulta casos de mamás con sus bebés que tienen problemas de lactancia, le han diagnosticado frenillo corto pero su lactancia es dificultosa con un pecho, con el otro no….
El frenillo tiene la misma participación en ambos pechos, habría que ver si hay una alteración de las cervicales que tienen relación directa con esa lengua antes de plantearse una frenectomía.
En otros casos la intervención es necesaria, pero para que sea exitosa habrá que reeducar los movimientos de las estructuras relacionadas igualmente. Esa lengua ha aprendido a moverse de esa manera, porque ahora el “freno” sea menor no va a moverse totalmente en su funcionalidad. Puede reeducarse con ejercicios post-frenectomía, pero también con una buena terapia manual en la zona y una buena activación de circuitos motores que activen esa lengua.
Un buen seguimiento del frenillo puede ser determinante porque la propia lactancia en sí es una reeducadora de los movimientos de la lengua.
