Comenzamos con este artículo una serie sobre esas pequeñas batallas que conquistan hitos fundamentales en el desarrollo infantil.
Porque estamos convencidos de que el desarrollo del niño es un concepto holístico que abarca diversas áreas. Áreas donde conviene poner foco desde la más temprana edad. Poco a poco, batalla a batalla.
Y una de las primeras batallas que debe librar el bebé es el de la alimentación.
¿Te gustaría saber cómo? Sigue leyendo y te lo cuento en detalle para que puedas aplicarlo en tu bebé.
Alimentarse, una cuestión de supervivencia
Y es que es tan sencillo que sin alimentarse no es posible la vida. Una afirmación que a la vista resulta muy sencilla y evidente pero que en la práctica es más compleja de lo que pensamos.
¿Sabías que casi todos los bebes pueden chupar, pero no todos pueden succionar?
La razón es la siguiente: succionar es más difícil que chupar ya que para lo primero es necesario que el bebé sujete firmemente con sus labios el pecho de su mamá, que su lengua se curve alrededor del pezón y que aplique una fuerte succión para extraer la leche…y todo ello coordinándolo con tragar y respirar.
Me gustaría explicarte brevemente cómo se van desarrollando las diferentes funciones en el bebé que le permiten poder ser amamantado.
- Es en la semana 12 de gestación cuando éste ha conseguido desarrollar los músculos de su boca para poderla cerrar.
- En torno a la semana 24 inicia el aprendizaje de tragar, justo cuando empieza a realizarlo con pequeñas cantidades de líquido amniótico.
- Durante el periodo de gestación también aprende hacer movimientos de respiración, siendo el oxígeno el alimento cerebral que inicia a succionar. Este ejercicio respiratorio le ayuda además a despertar el sistema inmunológico, liberando al mismo tiempo las hormonas del desarrollo cerebral.
Por tanto, la succión en el bebé se presenta como algo completamente necesario para su supervivencia desde las primeras semanas, ya que la incapacidad para hacerlo puede amenazar su vida.
Ser capaz de mamar es el resultado final de organizar las acciones de succionar, tragar y respirar.
Causas de las dificultades en la succión
La dificultad de algunos bebés recién nacidos a la hora de ser amamantados puede deberse a diversas razones que provocan problemas en la succión tales como:
- Olor en el ambiente: perfumes o antiséptico que quizás utiliza la madre en su aseo
- Luces brillantes fuertes
- Prematuridad al nacer
- Un parto difícil
- Cierto retraso en el desarrollo neurológico
- Problemas respiratorios por falta de oxígeno
- Parto asistido
- Ansiedad de la madre debido a la separación temprana tras el nacimiento.
Además de las razones arriba indicadas, puede haber otras ligadas a ciertos problemas en las estructuras relacionadas, tales como:
- Falta de movilidad de la lengua por una alteración cérvico-craneal
- Movimientos del cuello limitados
- Frenillo corto
- Deformidades craneales o faciales.
Consecuencias en etapas infantiles posteriores
En niños que nunca succionaron bien cuando eran bebés pueden surgir problemas posteriores entre los que destacaremos los siguientes:
- Hipersensibilidad alrededor de los labios,
- Lengua pesada o perezosa
- Retraso en el desarrollo del lenguaje
- Babeo
- Sensibilidad a los alimentos de textura diferentes
- Suciedad y desorden al comer
- Comer descontroladamente
- Chuparse el pulgar
- Masticar caramelos, masticar lápices
- Meterse objetos en la boca
- Mover la boca o la lengua cuando dibuja
- Lentitud o torpeza al escribir
- Pobre destreza manual
- Dificultad para calmarse
- Lentitud al completar tareas
- Conducta emocional inmadura
Como ves, de algo aparentemente tan sencillo como es el de mamar pueden suceder problemas en edades tempranas con consecuencias en etapas posteriores del desarrollo del niño.
Pequeñas batallas que llevan a grandes conquistas.
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Nuestra comida debería ser nuestra medicina y nuestra medicina debería ser nuestra comida
