Sí, estás leyendo correctamente...no sólo se recomienda el masaje a los adultos si no también a los bebés desde su más temprana edad.
A través de esta técnica, los bebés aprenden a responder a la tensión mediante relajación lo cual se traduce en efectos positivos sobre su cuerpo. Pero no sólo se queda en beneficios para el bebé si no también para la persona que da el masaje -por lo general la madre -.
¿Quieres saber cómo?
Beneficios que aporta el masaje en bebés
Se trata de una técnica milenaria relacionada con el bienestar y la salud, y que fue utilizada como medida terapéutica ya desde la época de las faraones de Egipto.
En el bebé favorece la ganancia de peso, reduce los días de hospitalización y mejora el desarrollo cognitivo y motor. A la madre le ayuda a comprender el lenguaje no verbal de su bebé respondiéndole con amor y con una escucha respetuosa.
Además, favorece el vínculo madre-bebé, es decir, el proceso mediante el cual ambas se partes se van relacionando. Se trata de un proceso de interconexión recíproca que se inicia ya desde la propia gestación.
Es importante que los padres se comuniquen con sus bebés a través del tacto y así se sientan seguros. Esto puede conseguirse mediante el masaje, donde se van construyendo vínculos de confianza y seguridad además de proporcionarle al recién nacido la temperatura que necesita.
El masaje: una técnica llena de sentidos
El primero de los sentidos involucrados es el tacto.
Y es que el contacto piel a piel facilita la liberación de hormonas en la madre, lo cual estimula la producción de leche y la propia lactancia. Además, la comunicación que se establece mediante el tacto con tu bebé es un lenguaje que éste reconoce inmediatamente.
¿Sabías que existe un Instituto para la investigación sobre el tacto (TRI) fundado en 1992 por la Dra. Tiffany Field para demostrar los beneficios del tacto y para estudiar su aplicación a la ciencia y a la medicina?
Sin embargo, el tacto no es el único sentido que interviene en el masaje ya que hay otros sentidos que juegan también un papel fundamental.
La vista, por ejemplo, se convierte en un gran elemento de comunicación, facilitando la interacción y proporcionando sen1ales al sistema emocional y fisiológico del bebé.
Por su parte, el olfato ayuda también a construir ese vínculo madre-bebé. Es importante que no se usen aceites perfumados, dejando así espacio a la actuación de las feromonas que se segregan en uno y otro sentido durante el masaje.
No debemos olvidar tampoco el oído, el cual el bebé empieza ya a desarrollar durante su gestación siendo éste capaz de reconocer ruidos externos cuando se encuentra en el útero de la madre, además del latir del corazón y la propia voz de la madre. Por ello es importante que durante el masaje se le hable al bebé, para que éste reconozca sus voces y se sienta tranquilo y seguro.
Un consejo que te llevas
Es muy importante sonreírle al bebé mientras se le está masajeando. Éste devolverá la sonrisa pues tiende a la imitación, favoreciendo así la liberación de hormonas que tantos beneficios positivos tiene sobre la salud.
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"Nuestros cuerpos son nuestros jardines; nuestras decisiones, nuestros jardineros"
