Seguro que muchas veces has agarrado de las axilas a tu bebé para ponerlo de pie y has pensado: “yo creo que ya está listo para andar”. Pero... ¿realmente es así? ¿cómo puedes estar seguro de ello?
Y es que acelerar los procesos supone saltarse etapas que la naturaleza requiere para la maduración del sistema nervioso.
Éste sería el caso de caminar demasiado pronto. Si lo forzamos, si lo aceleramos demasiado pronto, estaremos interfiriendo en el proceso natural de desarrollo por etapas. ¿Somos conscientes de ello?
Algunos datos que te interesará conocer
Sobre los nueve meses nuestro bebé se lanzará a conocer lo que está por encima del suelo, la dimensión vertical. Para ello tratará de ponerse de pie con la ayuda de sus brazos y ello le llevará a comenzar a caminar lateralmente.
Estos movimientos naturales serán un paso clave para desarrollar la coordinación entre brazos y piernas.
Tras esta etapa, el bebé comenzará a cambiar de superficies mediante la marcha lateral, y con ello irá ganando seguridad y coordinación.
¿Interesante verdad?
Pero no todo queda ahí: a partir de ese momento comenzarán a cambiar de forma ligera y lenta hasta los 7-8 años tanto los huesos de las piernas como sus fémures y tibias.
Si no se diera este proceso de cambios el bebé podría presentar en el futuro diversos problemas tales como el de meter los pies hacia adentro al andar, tropezarse con más frecuencia o incluso tener los pies más planos.
Alrededor de los 15 meses desarrollará una marcha libre con detención, siendo estos elementos que hemos nombrado claves para adquirirla de la forma más óptima.
¿Tienes dudas de cómo es el proceso natural de desarrollo del movimiento de tu bebé?
No lo dudes y contacta con nosotros o escribe un comentario más abajo. ¡Estaremos encantados de ayudarte!
"El niño que no juega no es niño, pero el hombre que no juega perdió para siempre al niño que vivía en él y que le hará mucha falta."
